Collares de oro
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Antes de intentar conseguir algo en la vida, la primera prioridad debe ser creer en nosotros mismos. A algunos les resulta más fácil que a otros, pero sin duda, todos podemos desarrollarlo. Solo tenemos que saber los pasos a seguir…
Empecemos por lo más alto: decidir quién quieres ser es de suma importancia para todos los que deseamos llegar a ser más de lo que somos actualmente. Si no sabes qué tipo de hombre quieres ser, ¿por qué estás trabajando? Por supuesto, puedes trabajar por objetivos externos: negocios, finanzas, fitness, familia, etc. Pero ninguno de ellos te hará feliz si no eres feliz con quién eres. En QUIÉN te conviertas te hará muy feliz o muy triste. Encontrar el éxito externo sin paz y satisfacción internas es un pensamiento aterrador. Hay innumerables historias de personas que han alcanzado la cima del éxito en su campo elegido y se han deprimido o incluso han tenido tendencias suicidas. DECIDE quién quieres ser, no QUÉ, sino QUIÉN. Luego, comienza a mostrarte como esa persona todos los días, en cada situación, interacción u ocasión, lo que me lleva al segundo punto...
¿Qué principios y valores vive y defiende tu ser superior? Son los que te guían, los que gobiernan tus acciones y decisiones; sin ellos, estamos a merced de tus emociones y de nuestras circunstancias externas; no es ahí donde quieres estar. Un hombre que se mantiene firme en sus principios y valores es un hombre que sabe a dónde va, un líder. Nuestros principios y nuestros valores son los que dan forma a nuestros hábitos, lo que me lleva al siguiente punto...
La acumulación de victorias es la manera de generar confianza, es el refuerzo y la validación de nuestra competencia en lo que sea que estemos persiguiendo. Las victorias comienzan con pequeñas cosas: completar tus tareas diarias, hacer esa llamada que has estado posponiendo, presentarle a ese cliente o poner en práctica la idea en la que no has dejado de pensar, etc. Se trata de desarrollar tu confianza en ti mismo y, a medida que creces, las victorias se hacen cada vez más grandes. No nos elevamos al nivel de nuestras metas, sino que caemos al nivel de nuestras creencias y hábitos. Crea la creencia, acumula victorias y sigue así...
Entonces, obtienes impulso; el impulso llega cuando todos tus pequeños triunfos diarios comienzan a acumularse. Al principio, no sucede nada; te concentras en crear nuevos hábitos, lo cual es incómodo y sentirás que no estás llegando a ninguna parte; puede que sientas que estás perdiendo el tiempo; dudarás de ti mismo y de tus objetivos, porque aún no has desarrollado la convicción y la creencia en ti mismo. Luego comienza el efecto acumulativo; los pequeños triunfos que has ido acumulando comienzan a acumularse y es como si el viento estuviera a tu favor; las cosas comienzan a encajar y sientes que te están guiando, que estás en un estado de flujo; aquí es donde queremos estar, aquí es donde ocurre la magia. Manténlo.
APOYATE A TI MISMO.